10 jun 2010

Adiós.

Esta es una reflexión que escribí hace dos años, que a pesar del tiempo pasado, sigo compartiendo... Le haria algunas modificaciones, pero... bleh.

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Si hay algo que siempre ha existido y siempre existirá, si hay algo a lo que el hombre jamás le encontrara una explicación racional, algo que es ineludible para cada ser vivo, ese algo es la muerte. ¿Quien sabe que hay mas alla? ¿Quien puede sostener algo con completa seguridad al respecto? La muerte es una cosa que a veces llega cuando uno menos se lo espera, otras en las que su espera se extiende por demasiado tiempo, siendo precedida por un camino de agonía, dolor y martirio que en su momento da la impresión de ser infinito. La muerte, algo sencillo a la vez que complicado. Una mordida de determinado animal, una bocanada de cierta toxina, una picadura de cierto insecto, una bala en el lugar acertado, esas cosas pueden inducir a una muerte simple, rápida y, generalmente, dolorosa, mientras que hay gente que recibe golpes, soporta accidentes de transito, enfrenta quemaduras y sobrevive. A veces son increíbles las formas idiotas que tiene la muerte de actuar. Pensando en problemas actuales que vive el mundo, como un simple microbio, de un tamaño infimo, tan pequeño que el ojo humano no puede percibir, puede destruirnos en cuestion de horas. Como un mosquito, un ser ridiculamente diminuto, puede acabar con nuestras vidas. El hombre, desde hace ya miles de años, ha creido ser el ser superior de la naturaleza, el mas inteligente, habil y poderoso. El ser humano destruyo millones de cosas para su propio beneficio: extinguio razas enteras de animales, destruyo habitats naturales, y sigue haciendolo, cree poder superar cualquier enemigo, sea del tipo que sea. Pero nunca pudo superar a la muerte, ni ayer, ni hoy ni nunca.
Si lo vemos desde el lado biologico, la muerte es el detenimiento en las funciones de ciertos organos vitales, sea por las causa que sea. El cuerpo fallece. Pero ¿que hay con todo lo vivido? ¿que hay con lo que algunos llaman alma? ¿donde se encuentra la misma? ¿adonde va? Hay quienes dicen que no hay nada. Que, en el momento que el cerebro se detiene, c'est finite. Se acabo. En muchas ocasiones he tratado de imaginar lo que se sentiría ser nada. Dicen que la imaginación no tiene limites, pero me es curioso encontrar que ese “sentirse parte de la nada” puede ser la excepcion de esta regla. Es decir, podemos resolver problemas de calculo diferencial e integral, podemos ingeniarnoslas para enviar hombres a la Luna o sondas espaciales a otros planetas, pero no podemos ni siquiera imaginar lo que se siente no ser nada. Es curioso y a la vez ironico.
Todos hemos sentido cantidad de dolores diferentes a lo largo de la vida. Dolor al herirnos con algo, al rasparnos las rodillas, al cortarnos con un cuchillo, al estar enfermos, al pelearnos con un ser querido, pero ninguno de esos dolores se compara al dolor de perder a un ser amado. Es un dolor mas agudo que cualquiera que pueda existir jamas. Hiere en un lugar en el que nadie puede curarnos, en un lugar donde las medicinas no sanan, un lugar que suele llamarse alma. Un sitio que ningun cirujano puede reparar o extirpar. Al sentir la muerte cerca, se crea un agujero que nunca se llena, que quedara alli por el resto de nuestras vidas. Creo que el contenido de ese agujero se va con la persona a la que perdimos. Lo mas curioso es que, por mas que perdamos a cientos de amigos y familiares, siempre tendremos alma, es algo que nunca se acaba. Sentimos todos y cada uno de los hoyos en ella, pero tambien sentimos que nos queda un poco mas.
Una de las cosas mas dificiles de la vida son los reproches que nos hacemos a nosotros mismos, que siempre acuden a su cita cuando se produce una muerte. "¿Por que no habre pasado mas tiempo con el?", "Hace mucho que no le decia que lo queria...", "No pude despedirme de ella del modo adecuado", esos son tres de los millones de reproches que rondan por nuestras mentes al producirse una muerte, ni hablar cuando uno se echa la culpa de lo ocurrido. Es algo horrible, pero inevitable.
Por experiencia personal, creo que cuando se produce una muerte, esta nos fortalece un poco a todos. Como siempre digo, todo en la vida tiene un lado bueno y un lado malo. En este caso, estrecha los vinculos con amigos y familiares, nos demuestra quienes son realmente las personas que nos quieren y se preocupan por nosotros, la necesitamos para darnos cuenta de las cosas realmente importantes que tenemos y de la importancia de un "te quiero" a tiempo.
Pero hay un siguiente nivel en tener presente la muerte, y es aceptarla. Aceptar que muchas de nuestras personas mas queridas moriran algun dia, y otras sin esperarnoslo. Pero no solo eso. Cada dia que vivimos algo muere en nosotros. Vamos perdiendo progresivamente la fe ciega en muchas cosas. Mueren las amistades, mueren los amores, mueren las esperanzas y mueren los deseos. Mueren millones de cosas, cada dia, poco a poco y muchas veces de forma imperceptible. De algun modo todas esas muertes nos transforman, nos vuelven más indiferentes, más cínicos ante todo. Es en cierto modo triste, pero cierto. A algunos puede parecerles pesimista, pero no es mas que una realidad. Nadie dice que no se pueda evitar.
Los modos de afrontar la muerte de un ser cercano son variadas y diferentes. A veces nos sorprende como reaccionan nuestros amigos o familiares en estas circunstancias: el que mas duro parecia, es el que mas lagrimas derrama. El mas fragil, no llora en ningun momento. Algunos se apoyan en el otro, compartiendo su dolor, intentandose aferrarse a algo real. Otros prefieren llevar la procesion por dentro, como suele decirse, penando en solitario, autoconsolandose. Otros ni siquiera no logran aceptar la perdida, asimilar la derrota (aunque en algunos casos se torna en victoria, segun quien y como se vea) y unos pocos (afortunados, dirian algunos, desafortunados, sostendrian otros) no sienten absolutamente nada. A pesar de que el muerto sea la persona mas querida para ellos, no sienten dolor ante la perdida. Son inmunes a ello, pero son increiblemente vulnerables a otras clases de heridas. Esto me regresa al pensamiento de lo extraño que es el hombre. Como se va forjando cada persona a su manera y a sus circunstancias.
Hay miles, por no decir millones de teorias sobre la muerte, muchas conjeturas, muchas ideas, pero ninguna certeza: reencarnacion, nuevas realidades, mundos paralelos, vida eterna, resurreccion, viajes temporarios, nada en absoluto. Pero lo realmente cierto es que, cuando la muerte aparece y nos abofetea en pleno rostro, las religiones y creencias entran en juego a salvarnos. Sin una creencia es, a mi parecer, practicamente imposible sobrellevar la perdida. ¿Como seguir adelante creyendo que alguien tan importante para ti se extinguio en el aire? ¿que todo lo que vivio y penso y sintio ya no existe? ¿Es realmente posible pensar eso? Mahatma Gandhi dijo una vez: 'Si la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente sería una burla cruel'. No puedo estar mas de acuerdo con el
A veces es mejor no pensar tanto en la muerte, y pensar mas en la vida. Nadie sabe lo que pueda ocurrir mañana, asi que vivamos el presente. No hay dia como hoy. Como dijo alguna vez André Malraux, un politico frances: 'La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida'.

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No sé por qué me afectó tanto la noticia... Ni siquiera la conocía personalmente. Nunca vi siquiera una foto de ella. Simplemente te oía nombrarla, hablarme de ella, contarme como progresaba...
Cuando me enteré de que finalmente se había ido, sentí como si alguien tirara la cadena en el inodoro que es mi cabeza. Encontré en mi escritorio, entre cientos de papeles con garabatos y estupideces, el resumen de La Historia Interminable que me habías pedido que le hiciera... Y me puso terriblemente mal el que nunca se la haya podido dar. Sigo sin saber por qué. La tengo al lado de mi cama, y la leo una y otra vez como un estúpido, esperando leer algo diferente, o que cambie algo.
Perdón por no haber estado con vos en estos momentos. Son la clase de situaciones que te hacen preguntarte qué necesita el otro: si compañía, si soledad, que le estén encima, que no lo molesten... Actué mal, ahora me doy cuenta. Sólo me resta decirte que te quiero demasiado, y estoy con vos. De verdad.

Cuando nos veamos, quiero que guardes el resumen vos... No me siento bien teniéndolo yo.

Tom.

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