26 jul 2009
La rosa.
El sol era una inmensa esfera de luz colorada enfrente suyo. Las delgadas y algodonosas nubes anaranjadas que salpicaban el cielo se movían con tranquilidad, mientras que la delgada mujer de los cabellos rojos oteaba el horizonte. A sus pies yacía la rosa azul, que ya estaba empezando a marchitarse. Los pétalos exteriores empezaban a ralear en su color, y el aroma extravagante era más fuerte que nunca. Al saborear este olor, la mujer se volteó. Su largo vestido rosado pendió del acantilado de tierra marron donde se encontraba, mientras ella se inclinaba para tomar la cerúlea flor. Su tacto era helado. La tomó del tallo, cuyas espinas no la hirieron, y se acercó la rosa a los labios. La besó de forma breve, pero eso fue suficiente. Los petalos en estado de descomposicion se volvieron rojos de inmediato, como mimetizandose con los labios que habían tocado segundos antes. Los petalos que habian caído en el suelo hirviente se deshacieron y el polvo pareció ser absorbido por la tierra. De forma delicada, la mujer de cabello rojo y vestido rosa se inclinó y dejó la flor en el mismo lugar del cual la había tomado. Al instante el suelo se volvio azul, desperdigandose este color como si fuese un charco. El cielo se tornó celeste y el mismo sol se puso frío como el hielo. Cuando el charco cerúleo tocó el largo vestido rosa de la mujer, éste absorbio el color, transformandose en un vestido azul marino. Los cabellos de la mujer tambien se transformaron, asi como sus rasgos. Sin inmutarse, la mujer, antes roja, ahora celeste, avanzó hasta el borde del acantilado y siguió mirando el horizonte. Esperando que la rosa cambiase de vuelta.
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Otro de esos raros xD. Neh, pero este es parecido al anterior. Segui escribiendo ;)
ResponderBorrarExtraño, pero bonito. Me gustan las rosas =A (xD).
ResponderBorrarSiga así, mi niño, que pronto será un famoso escritor de prestigio (que Lucho no lea eso porque me mata D: ).
Te adoro :D!