Dije que no iba a escribir mas sobre ella, pero mentí. Necesito hacerlo. Hoy particularmente, lo necesito. Espero que esta sea de verdad la última y pueda transformarla en un recuerdo lindo, y nada más que eso.
Bueno, yo sé lo que pensaste cuando me di vuelta y me fui: yo no sueño, no peleo, no intento. No te das cuenta de que lo hacía todo por vos, por tu felicidad, por darte espacio, por darte tiempo para pensar las cosas con cuidado. Al final no solo no te diste cuenta de todo esto, sino que me echaste la culpa por no ser mas rápido.
Siempre dije, y voy a seguir diciéndolo, que no me arrepiento de absolutamente nada de lo que hice en el pasado. Todas esas cosas desencadenaron en mi vida actual. No lo cambiaría. Si ahora pudiera volver atrás, no habría actuado como mi corazón me decía a gritos que actuara. Pero si me gustaría volver... aunque no es como si quisiese realmente volver a aquellos tiempos. Tan solo quiero volver a contemplar ese cielo que perdí... Ver las nubes que pasaban en ese instante, no pensar en otra cosa que en vos, sonreir como un idiota todo el día y... ser feliz con tan poco. De todos modos, ya aprendí que los pecados no se redimen con lágrimas... uno tiene que acarrear con el peso de sus decisiones hasta el final.
No me mires de esa forma, con esa mezcla de lástima, cariño y compasión. Ya se terminó todo, ¿no me habías dicho eso? Los muertos no se alimentan, por más que les des comida. No lo intentes. ¿Por qué seguís molestando? Me va a lastimar, me va a matar como cuando te fuiste... Ya me pasó antes, y ya no quiero que vuelva a pasar.
Sigo esperando como un estúpido unas palabras de aliento de tu parte. Una parte del espíritu de ese cuerpo, ahora muerto, se niega a soltarse del todo, se aferra con fuerza a la carne rígida y pelea por seguir caminando con unas piernas rotas. Ve señales en todos lados.
Siento que todavía no quedó todo cerrado. Falta una última cosa que hacer, que tendría que haber hecho hace mucho pero que aún hoy me niego hacer. Por respeto, por códigos, por amor propio, quién sabe. Pero otra parte de mí me insta a terminar lo que empecé.
¿Cómo fue que llegué acá? ¿Cómo fue...? Ah, si. Año Nuevo. Ahí todo terminó de tomar forma. Ahí me terminaste de confundir. Hace casi dos meses ya. ¿Cómo puede una noche tan calurosa ser tan endemoniadamente helada? ¿Cómo una mañana congelada ser tan cálida? ¿Por qué tengo metros y metros de recuerdos en tono sepia todo el tiempo repitiendose en mi cabeza? ¿Por qué siempre soy el testigo y nunca el protagonista? ¿Significa acaso esto que es el final... y que una vez más estoy solo?
(aclaración pertinente: para cumplir mi promesa de no escribir sobre ella nunca más, lo que hice en esta entrada fue traducir, adaptar y/o reescribir canciones. El segundo párrafo corresponde a "Hollines" de la banda belga The Tellers; el tercer y cuarto párrafo, a "Again", de Yui; el último, a "Halloween", de Rent. Los demás salieron de mi cabeza).
(aclaración pertinente: para cumplir mi promesa de no escribir sobre ella nunca más, lo que hice en esta entrada fue traducir, adaptar y/o reescribir canciones. El segundo párrafo corresponde a "Hollines" de la banda belga The Tellers; el tercer y cuarto párrafo, a "Again", de Yui; el último, a "Halloween", de Rent. Los demás salieron de mi cabeza).
Nunca es el final, mientras sigas vivo.
ResponderBorrarY el estar solo en este mundo no existe, ni aunque quieras.
Es una perra. No me importa nada. Es una perra.
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